25 de octubre de 2011
La realidad fantástica del ocio
Por Andrea Ana María Melo Tobón. Facultad de Comunicación Social – Periodismo, Universidad Externado de Colombia.
Para muchos el simple hecho de escuchar la palabra ocio implica perder el tiempo, y en una era en la que cada día se crean nuevas necesidades y deseos que solo se cumplen con la acción del trabajo, casi es inconcebible pensar en no hacer nada. Como dice Domingo Román Montes “las palabras “ocio”, “ociosidad” y “ocioso” se usan para señalar un defecto, para formular una crítica o bien para indicar un estado o actitud que hay que evitar.”
Según Santiago Segura Munguía y Manuel Cuenca Cabeza, catedráticos de la Universidad de Deusto en España, en la civilización grecorromana había un variado grupo de ciudadanos, por ende libres, que gracias a su condición pudieron dedicarse a otras actividades que no implicaban mano de obra sino que se dedicaron a la teoría y a la contemplación. Este sentido de ocio opuesto a la actual versión occidentalizada de perder el tiempo tenía que ver con una actividad que requería esfuerzo y que buscaba el desarrollo personal, de las artes y del pensamiento. El origen de esta palabra viene del latín otium, que ha tenido varios significados y variantes a través de la historia como descanso, reposo, retiro, soledad o tiempo libre.
Pero en Bogotá el ocio pasó de ser un defecto a ser una alternativa y propuesta artística, la semana pasada se realizó a cabo la tercera versión de la Feria del Ocio y la Fantasía (Sofa) donde se reunieron 150 expositores de todo el país para mostrar un mundo que parecía un sueño, el anime, los muñecos de acción, los video juegos, los cómics, el manga, el cine de género y la literatura fantástica se tomaron Corferias, lugar que abrió espacios como la sala de proyecciones, la zona infantil y el ocio digital, el museo de objetos fantásticos, la galería de arte de expresiones urbanas y un auditorio con agenda académica especializada en industrias creativas.
La diferencia entre fantasía y realidad se desdibuja cuando vemos pasar caballeros, damiselas y monstruos que participan en juegos de rol donde las personas tienen la oportunidad de disfrazarse y poder ser alguien más. Candy, una de las visitantes de la feria se refirió a lo anterior. “El SOFA es para mí, un espacio en el cual yo puedo mostrarme y puedo interactuar con otras personas que han encontrado en el manga un refugio y un consuelo y donde he podido encontrarme y ser como soy”.
Yurani Romero expositora de arte y aerografía dijo que ”todos pensaban que ocio y fantasía querían decir como vagancia, como irse a acostar o como perder tiempo y lo que ha tratado Corferias es de que no solamente es perder tiempo, sino que tú también puedes dar a conocer temas, leer, jugar y tener un tiempo en familia.”. En 2010 fueron más de 4440 personas las que asistieron al evento y se presume que este año aumentó el número de visitantes de manera considerable ya que este año no sólo los jóvenes fueron los protagonistas sino que adultos también hicieron parte del universo de SOFA.