11 de mayo de 2010

Casi 20 años de Portishead

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Más allá de ser un pueblo de Inglaterra, situado a 15 km al oeste de Bristol, Portishead también es un referente desde hace 19 años de un sonido particular y una forma de sentir la música.

En el año de 1991 Geoff Barrow y la cantante Beth Gibbons se unieron para darle vida a este original grupo que tomó el nombre del pueblo donde nació Barrow. Las canciones de Portishead ofrecen una propuesta muy característica que lo diferencia del resto de bandas y artistas que se formaron bajo la tendencia del Trip Hop.

Barrow quien colaboró con Massive Attack en su primer disco conoció a Gibbons en una oficina de empleo, según el mismo, de esta manera con el talento para mezclar sonidos y con una inconfundible voz nació Portishead, una banda revolucionaria en su creación y que luego se convertiría en grupo de culto en los años 90.

Los orígenes del Trip Hop se le atribuyen a un género que ya hacía carrera en Europa, el Acid Jazz, además se reconoce como un género musical respuesta a la ola de música Hip Hop que invadía al Viejo Continente desde los años 80.

Luego de realizar un trabajo fílmico To kill a dead man, Portishead firmó con Go!Beat que editó su primer álbum llamado Dummy para su lanzamiento en 1994, con la colaboración del guitarrista Adrian Utley. Con sencillos como Numb, Glory Box y Sour Times, Portishead atrapó a un gran segmento de la población joven que esperaba algo distinto para la época y la banda lo generó sin duda. Su primer trabajo se convertiría en un éxito inmediato en Estados Unidos y Europa, a pesar de no contar con una campaña de publicidad fuerte.

Después, en el año de 1997 lanzarían Portishead que tendría como sencillos All Mine, Over y Only You, además grabarían un trabajo en vivo acompañados de una orquesta en Roseland New York donde interpretarían sus canciones más reconocidas, este disco saldría a la venta en 1998.

Luego de un receso de 10 años la banda regresaría en el 2008 con Third, su último álbum, donde la propuesta musical expresa un cambio esencial de la banda, las críticas hablan de sonidos sobrecargados de efectos y de poca lealtad con sus trabajos anteriores.

Sin embargo, la inconfundible voz de Beth Gibbons sigue intacta y el talento de un grupo que se mueve entre ritmos minimalistas y movimientos armónicos de scratch, demuestra que lo arriesgado no es continuar con la fórmula del éxito de sus trabajos anteriores, sino el continuo descubrimiento y reinvención en la música.