31 de agosto de 2012
La cenicienta del poder público
Por Estudiante de la Facultad de Comunicación Social -Periodismo
En el marco del Foro La Reforma a la Justicia que se realizó el 8 y 9 de agosto en la universidad Externado de Colombia, se expusieron los verdaderos problemas de la Rama Judicial y se ofrecieron posibles soluciones a la administración de justicia.
Un cambio en la administración de justicia colombiana fue planteado en la polémica reforma a la justicia en los últimos dos meses. No obstante, la indignación del país la revocó. Debemos preguntarnos si ¿Colombia necesita una reforma en la administración de justicia? Y, de ser así, en ¿qué consistiría la transformación para ésta rama del poder público?
Néstor Osuna, experto en derecho constitucional, afirma que “no necesitamos una reforma a la Constitución, porque la Constitución no establece los plazos o la dinámica rápida o lenta en que se mueva la justicia.” Es decir, no hay que reformar la carta política en sus textos sino en la práctica misma de la Rama Judicial.
Lo que la justicia necesita, en palabras del constitucionalista, es dejar de ser “la cenicienta del poder público”, pues es la rama del poder que menos recibe presupuesto. Un aumento destinado a la administración significaría una mayor eficiencia en los procesos, nuevas estructuras físicas para el funcionamiento de los juzgados, más jueces, salones de audiencias con equipos de grabación y video que permitirían audiencias orales generando mayor rapidez.
Actualmente, los tres principales problemas que tiene la justicia del país son: morosidad, congestión e impunidad; los cuales podrían ser solucionados con una inyección de presupuesto. Sin embargo, hay que tener en cuenta los problemas de corrupción que enfrenta Colombia. Néstor Osuna señala que una de las formas de corrupción más perjudicial y menos notoria es gastar el presupuesto en lo que no se necesita.
En un informe realizado este año por la editorial Legis se estima que para el 2013 el Gobierno contempla un aumento del 5 % en el dinero destinado a la Rama Judicial, mientras que para la Fiscalía General de la Nación un aumento del 16 % o para Medicina legal del 11 %.
Por otro lado, para nadie es un secreto la importancia que tuvieron las redes sociales en la movilización ciudadana en la contra reforma. Álvaro Toledo, sociólogo de la universidad Nacional de Colombia y actual docente de la universidad Externado de Colombia explica el acontecimiento: “evidentemente, han ganado espacio las posibilidades comunicacionales de la gente, permitiendo una comunicación horizontal, es decir no hay jerarquización.”
Ahora bien, si el Congreso o el Gobierno Nacional quisieran revivir la polémica reforma tendrían que empezar de cero, volverla a presentar y tramitar en las respectivas comisiones. Esta vez con mayor cuidado pues la ciudadanía está alerta a cualquier cambio.
Adicionalmente, queda claro que el problema de congestión no se resuelve con cambios a los textos de la carta política, así que si el mal no está en la constitución, el remedio tampoco.
En conclusión, como menciona Alfonso Gómez Méndez, Ex – Procurador general de la nación, quien recordó el episodio de la reforma a la justicia en el foro de debate: Todo lo que empieza mal, termina mal.”